FOTOSAFARI TALAMPAYA Y VALLE DE LA LUNA

FOTOSAFARI TALAMPAYA Y VALLE DE LA LUNA

FERIADO LARGO DE AGOSTO 2012 (3 DIAS): TALAMPAYA Y VALLE DE LA LUNA -GRUPO CONFIRMADO- [email protected] #Valle de la Luna (PP Ischigualasto) y PN #Talampaya #Trekking Quebrada Don Eduardo #Trekking Arco Iris o Ciudad Perdida #Taller de Composición Fotográfica on moving. Resplandores del pasado El caso de dos de los notables patrimonios de la humanidad que posee Argentina: Parque Provincial de Ischigualasto (conocido mundialmente como Valle de la Luna) y Parque Nacional Talampaya es único. Constituyen en conjunto un sitio de gran importancia a nivel mundial debido principalmente a la abundancia de fósiles que en ellos se encuentran. En las últimas décadas han ganado notoriedad científica por contener yacimientos paleontológicos que abarcan casi la totalidad del período Triáico, época del surgimiento de los dinosaurios. Así, una de las especies mas notables descubiertas en Talampaya es Lagosuchus talampayensis, que vivió en el lugar hace 250 millones de años, en el comienzo del Triásico, y que representa a uno de los primeros dinosaurios que habitaron la tierra. Entre las notables formaciones naturales que dichos parques poseen, causadas por los procesos erosivos que forman cañadones de rectos y altos paredones, el agua, el viento y el tiempo moldearon figuras caprichosas, configurando un ambiente lleno de misticismo. Entre los sedimentos de arenisca y roca, Talampaya encierra gran parte de la historia de los cambios geológicos que sucedieron en la tierra. En los períodos pérmico y triásico, los aluviones depositaron considerables acumulaciones de óxido y cenizas. Luego, su estructura de areniscas sedimentarias se fue resquebrajando, marcando visibles niveles y estratos que, en las partes superiores se distinguen por su coloracin producto de las erupciones del Terciario. Pero no solo los cambios geológicos dejaron sus huellas en Talampaya, porque también posee una importante riqueza arqueológica. Los grabados y pintados descubiertos en piedras y cerámicas, dan testimonio de ocupaciones humanas ocurridas entre los años 120 y 1180 de nuestra era. A cielo abierto, las cuevas y aleros del lugar que se utilizaron como vivienda, depósitos y enterratorios, exhiben en sus paredones verticales y rocas, una numerosa cantidad de grabados figurativos (antropomorfos y zoomorfos) y abstractos (geométricos diversos). La invitacón está hecha. La magia, los resplandores y las huellas del pasado ya nos atrapan hacia una aventura digna de las mejores.